La Huella Rebelde nació en el año 2009 cuando tres amigos de la secundaria, Mariano Fernández (Voz y guitarra eléctrica), Daniel Villanueva (guitarra eléctrica) y Juan Diego Sivo (batería) se deciden juntar para comenzar con el proyecto de formar una banda, con el objetivo poder poner música a algunas letras e ideas que Mariano y Juan habían compuesto juntos.
Estos tres músicos deciden alquilar, 1 hora por semana, una sala de ensayo ubicada en el mítico barrio de Almagro. Así, con Juan detrás de los tambores, y Daniel (Dano) y Mariano a cargo las guitarras, comienza a gestarse este proyecto.
A fines del año 2009 invitan a la banda a tocar en un festival ubicado en el Club de amigos de Villa Luro (Villa Luro Rock). Una vez aceptada la invitación, nuestros tres personajes se vieron involucrados en un gran problema: conseguir un bajista que pueda aprender los temas en una semana.
Una vez concluida la fecha, Mariano se acerca a Pelu y al Ogro y les ofrece continuar juntos el camino de la música, oferta a la cual ambos acceden.
Luego de un tiempo de presentar su música en distintos sitios del reducto under porteño, se hizo efectiva la incorporación de Nicolás Sivo (armónica) y Juan Fernández (teclados). Recientemente, la banda decidió incorporar a Federico Mariñasky como segunda voz debido a su notable talento musical.
La Huella Rebelde, nutrido de las variadas influencias de sus músicos, es una banda de rock que incorpora variados estilos musicales. Sus temas de rock abarcan desde ritmos latinoamericanos (la murga, el carnavalito, el tango, la samba) hasta el hip-hop y reggae.
Así fue como, en el Parque Centenario, Juan y Mariano conocieron a Numa Cordón Larios (Pelu) que, triste, se acercó a ellos en busca de unos mates y una amistosa charla, en la cual salió a la luz que Pelu tocaba el bajo. Nuestro cuarto personaje aceptó tocar con ellos en el festival que se acercaba a pasos agigantados.
Con intención de darle un matiz diferente a un tema (Bendita Tierra) Mariano invita a Mariano Roses (Ogro), conocido de la secundaria, quien hacía poco se había comprado un charango y había comenzado a incursionarse en el instrumento.